viernes, 23 de septiembre de 2016
viernes, 16 de septiembre de 2016
TEXTO EXPOSITIVO
LAS PRÁCTICAS DE LA ENSEÑANZA EN LA AGENDA DE LA DIDÁCTICA
Y
OBJETO, MODALIDADES Y ÁMBITOS DE LA INVESTIGACIÓN EN DIDÁCTICA DE LA LENGUA
EDITH LITWIN - ANNA CAMPS
DIDÁCTICA
Anna
Camps Licenciada
en Filosofía y Letras
y
en Pedagogía
¿Cuáles
aspectos didácticos es necesario identificar en la caracterización de una práctica
pedagógica?
La didáctica de la
lengua constituye un campo de conocimiento que tiene como objeto el complejo
proceso de enseñar y aprender lenguas con el fin de mejorar las prácticas y
adecuarlas a las situaciones cambiantes en que esta actividad se desarrolla
(Camps, Guasch y Ruiz Bikandi, 2010, p. 71).
A diferencia del campo
de estudio que implementó el pastor protestante, Juan Amós Comenius, precursor
de la enseñanza moderna y escritor de la Didáctica Magna, creador de una ciencia en la educación y de una técnica de la enseñanza, las pedagogas
Anna Camps y Edith Litwin, en un trabajo de investigación identifican aspectos didácticos en la enseñanza de la práctica pedagógica.
Anna Camps, opina
que la didáctica no puede seguirse
limitando a los métodos y a las prácticas, que es importante introducir a los
sujetos que están tanto aprendiendo como enseñando.
La didáctica de la
lengua elabora el conocimiento a partir del análisis de las interacciones en
dicho sistema, que es dinámico y está constituido por diversos sistemas de
actividad confluyentes y que, a menudo, están en contraste o incluso en
contradicción. Esta característica condiciona el tipo de investigación que debe
dar cuenta de la práctica para elaborar teorías que permitan actuar sobre ella.
(Anna Camps).
Según Camps y Litwin,
la didáctica es una disciplina que tiene como objeto de estudio las prácticas
de enseñanza; como disciplina busca la comprensión para establecer los
fundamentos de la práctica de enseñanza unida a las concepciones diferentes que
subyacen a ella. Uno de los objetivos fundantes de las autoras es optimizar las condiciones de aprendizaje,
introduce al estudiante en el proceso y al docente como observador que
interviene en la acción de cómo el estudiante asume el proceso, como lo vive, por todas estas razones, las autoras
describen los siguientes aspectos
didácticos para caracterizar una práctica pedagógica:
1. Reflexión
alrededor del conocimiento de todo lo que se aprende y las aulas deben ser de
gente activa, preguntona, reflexiva que afecte tanto los alumnos como al
docente.
2. La
comunicación además de ser reflexiva debe
garantizar la interacción de comunicación y producción de conocimiento.
A las ideas hay que permitirles que se sistematicen, caracterizarlos, situarlos
en diferentes contextos debe ser un juego de estudiantes y docentes para que
tomen fundamento con el objetivo de producir conocimiento (todo lo que se
genera y como se aplica).
3. La
comunicación como ética de la enseñanza, no debe haber una actitud moral. El
maestro debe ser ético en su proceso, reflexionar en sus acciones con
responsabilidad, olvidándose los discursos morales en su práctica.
4. La
configuración didáctica a que el maestro toma una disciplina “lengua castellana”.
Todo maestro debe organizar, seleccionar y trabajar los contenidos mirando el
conocimiento previo de los estudiantes.
5. Situación
didáctica, conformada por una triada, el maestro-el estudiante y el saber. El
maestro tiene que tener en cuenta la situación didáctica, estos tres elementos
interactúan, la comunicación debe ser abierta, es el nuevo concepto de la
práctica de la lengua. En este aspecto se manifiesta la voluntad que presenta
el maestro para la enseñanza y la voluntad que el estudiante manifiesta para
aprender.
6. Contrato
didáctico, surge de la situación didáctica a los pactos que el docente realiza
con sus estudiantes, tanto en sus obligaciones como en sus derechos, las
expectativas que el docente presenta en las mediaciones con sus
estudiantes para conseguir o intentar
una regulación efectiva. De esta manera poder cumplir con los reglamentos o
currículos presentados por la institución y las normas establecidas por Ley.
7. El
estudio complejo de procesos y aprendizaje de enseñanza de la lengua: Didáctica
de la lengua, una de sus finalidades es intervenir en el aprendizaje de la
lengua y todos sus posibles usos.
En conclusión las
autoras Camps y Litwin, proponen que la
disciplina de la didáctica tenga como
objeto de estudio las prácticas de la enseñanza, en el aprendizaje de la
lengua. Optimizando las condiciones del aprendizaje, vinculando tanto al
estudiante como al docente en el aprendizaje.
Como mencionamos
anteriormente un aula abierta de estudiantes preguntones, participativos,
críticos en un proceso generado por docentes dispuestos a enseñar – aprender, sujetos que estén dispuestos a buscar la
emancipación de los saberes dominantes originados en la modernidad.
BIBLIOGRAFIA
Litwin, Edith (1997). Las prácticas de la enseñanza en la agenda de la
didáctica (Cap. 2) En: Las configuraciones didácticas. Una nueva agenda para la
enseñanza superior. Buenos Aires: Paidós (http://media.utp.edu.co/referencias-bibliograficas/uploads/referencias/libro/689-las-configuraciones-didacticas-una-nueva-agenda-para-la-ensenanza-superiorpdf-lyQWd-articulo.pdf)
• Camps, Anna (2001). Objeto,
modalidades y ámbitos de la investigación en didáctica de la lengua. Revista
Lenguaje. N° 32. Universidad del Valle.
sábado, 10 de septiembre de 2016
TEXTO ARGUMENTATIVO
¿Cuál es el sentido que le otorga el enfoque de la Pedagogía Crítica a la práctica pedagógica?
Consideramos que desde los tiempos
de la modernidad, el mundo estaba establecido por la supremacía de la ciencia
racional y universal como única verdad. Hoy se evidencia la carencia de las
expectativas de lograr un mundo más justo. El recorrido histórico en materia de
educación nos muestra desde el
desarrollo industrial como el poder destructivo clasificó a grupos
privilegiados en condiciones de bienestar material. Desde esta construcción el
malestar formado en la institución paradigmática permite que surja un camino
alterno “la pedagogía crítica”, planteando importantes contradicciones de los
discursos políticos y convencionales de la educación moderna, con el objetivo
de recuperar la confianza de la acción humana como un camino para transformar
una realidad. El enfoque que la pedagogía
crítica propone en la educación se sustenta en diálogo, para profundizar
principios democráticos buscando nuevas oportunidades de igualdad.
Además, Duhalde, menciona que el argumento central
gira alrededor del intento de delinear ciertos bordes desde los que se
establezcan o definan posicionamientos políticos, ideológicos, epistemológicos,
pedagógicos y éticos a considerar a la hora de pensar un modelo de formación
docente que pueda superar efectivamente las contradicciones del sistema de
opresión.
Dado que ese pensamiento del docente se debe reafirmar
con criterios como lo planteó Freire: el conocimiento no se transmite, sino que
se construye o produce y que tanto educando como educador deben percibirse y
asumirse como sujetos activos en este proceso de construcción.
“No hay docencia sin
discencia, las dos se explican y sus sujetos, a pesar de las diferencias que
los connotan, no se reducen a la condición de objeto, uno del otro. Quien
enseña a aprender al enseñar y quien aprende enseña al aprender” (Freire,
1997:25).
Además, pensamos que el
docente debe ser crítico día a día en su
práctica pedagógica, para irse liberando de ese mecanismo de opresión, basado
en la lógica en la cual el educador aliena la ignorancia depositándola en el
otro y posicionándose en el lugar del que sabe (Pág. 4 –Duhalde).
Por otro lado, en la
lucha de la adquisición del conocimiento como un bien, se despiertan intereses,
económicos, políticos, sociales y hasta propios frente a los que no tienen la
posibilidad de adquirir un derecho a la educación superior pública. Esta lucha
se convierte en una búsqueda de intereses disfrazados en derechos tanto de docentes
como de estudiantes, perdiéndose el sentido de la verdadera y justa educación.
Por ello se insiste en resignificar el conocimiento en la formación docente
entendiéndolo como construcción que es posible a partir del diálogo.
Así, lo menciona en un
estudio Lidia Rodríguez (3) sobre la producción del conocimiento en Freire, en
el que se otorga relevancia a la categoría del “diálogo problematizado” como
una alternativa para acortar distancia entre el educando y el educador.
De la misma manera, Freire
(1993:90-91) entiende al diálogo como “la estructura fundamental del
conocimiento […] que el educador siente la necesidad de ampliar el diálogo a
otros sujetos cognoscentes. De esta manera su aula no es un aula, en el sentido
tradicional, sino un encuentro, donde se busca el conocimiento, y no donde se
transmite”.
Por consiguiente, partiendo
de la frase “respeto por los saberes de los educandos” , en un sistema
educativo donde el oprimido busca la emancipación de un sistema injusto y
desigual, se debe comenzar a transformar desde la pedagogía crítica el
pensamiento de la práctica pedagógica en busca de sentido a la enseñanza y
aprendizaje con la realidad en la que se vive. Para Freire, la educación debe
ser un aporte inmediato al desarrollo social en un sentido emancipatorio de
quienes están marginados socialmente.
Así, la formación docente debe aplicar una práctica reflexiva constante, pensar que
lo que se enseña debe estar acorde con el mundo real, donde es fundamental como
docente su voluntad, actitud, espontaneidad a pesar de los sistemas impuestos
en los discursos políticos en materia de educación,
entendido como un pensamiento de como “una postura, c una actitud que cada
persona es capaz de construirse a sí misma frente a las circunstancias que
quiere conocer” (Zemelman, 2001).
De esta manera, el desafío está en construir sujetos
críticos y autónomos buscando la liberación de los sistemas impuestos por un
adiestramiento técnico. Gadotti realiza un planteo importante pues reconoce en
la autonomía la posibilidad de la inserción en la comunidad y la condición para
alcanzar la emancipación social.
Es por eso, que Freire consideró que la persona y su
entorno se relacionan de forma dialéctica, cuando una persona piensa y actúa en
lo que le rodea, lo modifica.
A pesar de la problemática que se presenta en el
proceso de formación docente, para asumir las contradicciones existentes entre
la teoría y la práctica, Freire muestra
la importancia a la reflexión crítica sobre la práctica, ya que esta debe ser
de un movimiento dinámico y cambiante en un proceso dialéctico entre el hacer y
el pensar sobre el hacer.
En pocas palabras, este es el tiempo de
interrupciones, donde debemos tomar conciencia de transformar una realidad en
la práctica pedagógica crítica a través de
la investigación, reflexión, problematización con acciones donde el
oprimido y el opresor sientan y alcancen la añorada liberación educativa, donde
juntos se sientan capaces de reconocer y potenciar espacios educativos en
conflicto, creando cultura y autonomía. En palabras de Paulo Freire “una
pedagogía de la esperanza”
• Duhalde,
Miguel Ángel (s. f.). Pedagogía Crítica y formación docente. Documento
digitalizado.
• Freire,
Paulo (1972). Pedagogía del oprimido.
Argentina: Siglo XXI [1970]. Capítulo 3, pp, 69- 109.
• Giroux,
Henry (1990). Los profesores como intelectuales transformativos. En: Los
profesores como intelectuales, Barcelona: Paidós, pp. 171-178.
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