TEXTO ARGUMENTATIVO
¿Cuál es el sentido que le otorga el enfoque de la Pedagogía Crítica a la práctica pedagógica?
Consideramos que desde los tiempos
de la modernidad, el mundo estaba establecido por la supremacía de la ciencia
racional y universal como única verdad. Hoy se evidencia la carencia de las
expectativas de lograr un mundo más justo. El recorrido histórico en materia de
educación nos muestra desde el
desarrollo industrial como el poder destructivo clasificó a grupos
privilegiados en condiciones de bienestar material. Desde esta construcción el
malestar formado en la institución paradigmática permite que surja un camino
alterno “la pedagogía crítica”, planteando importantes contradicciones de los
discursos políticos y convencionales de la educación moderna, con el objetivo
de recuperar la confianza de la acción humana como un camino para transformar
una realidad. El enfoque que la pedagogía
crítica propone en la educación se sustenta en diálogo, para profundizar
principios democráticos buscando nuevas oportunidades de igualdad.
Además, Duhalde, menciona que el argumento central
gira alrededor del intento de delinear ciertos bordes desde los que se
establezcan o definan posicionamientos políticos, ideológicos, epistemológicos,
pedagógicos y éticos a considerar a la hora de pensar un modelo de formación
docente que pueda superar efectivamente las contradicciones del sistema de
opresión.
Dado que ese pensamiento del docente se debe reafirmar
con criterios como lo planteó Freire: el conocimiento no se transmite, sino que
se construye o produce y que tanto educando como educador deben percibirse y
asumirse como sujetos activos en este proceso de construcción.
“No hay docencia sin
discencia, las dos se explican y sus sujetos, a pesar de las diferencias que
los connotan, no se reducen a la condición de objeto, uno del otro. Quien
enseña a aprender al enseñar y quien aprende enseña al aprender” (Freire,
1997:25).
Además, pensamos que el
docente debe ser crítico día a día en su
práctica pedagógica, para irse liberando de ese mecanismo de opresión, basado
en la lógica en la cual el educador aliena la ignorancia depositándola en el
otro y posicionándose en el lugar del que sabe (Pág. 4 –Duhalde).
Por otro lado, en la
lucha de la adquisición del conocimiento como un bien, se despiertan intereses,
económicos, políticos, sociales y hasta propios frente a los que no tienen la
posibilidad de adquirir un derecho a la educación superior pública. Esta lucha
se convierte en una búsqueda de intereses disfrazados en derechos tanto de docentes
como de estudiantes, perdiéndose el sentido de la verdadera y justa educación.
Por ello se insiste en resignificar el conocimiento en la formación docente
entendiéndolo como construcción que es posible a partir del diálogo.
Así, lo menciona en un
estudio Lidia Rodríguez (3) sobre la producción del conocimiento en Freire, en
el que se otorga relevancia a la categoría del “diálogo problematizado” como
una alternativa para acortar distancia entre el educando y el educador.
De la misma manera, Freire
(1993:90-91) entiende al diálogo como “la estructura fundamental del
conocimiento […] que el educador siente la necesidad de ampliar el diálogo a
otros sujetos cognoscentes. De esta manera su aula no es un aula, en el sentido
tradicional, sino un encuentro, donde se busca el conocimiento, y no donde se
transmite”.
Por consiguiente, partiendo
de la frase “respeto por los saberes de los educandos” , en un sistema
educativo donde el oprimido busca la emancipación de un sistema injusto y
desigual, se debe comenzar a transformar desde la pedagogía crítica el
pensamiento de la práctica pedagógica en busca de sentido a la enseñanza y
aprendizaje con la realidad en la que se vive. Para Freire, la educación debe
ser un aporte inmediato al desarrollo social en un sentido emancipatorio de
quienes están marginados socialmente.
Así, la formación docente debe aplicar una práctica reflexiva constante, pensar que
lo que se enseña debe estar acorde con el mundo real, donde es fundamental como
docente su voluntad, actitud, espontaneidad a pesar de los sistemas impuestos
en los discursos políticos en materia de educación,
entendido como un pensamiento de como “una postura, c una actitud que cada
persona es capaz de construirse a sí misma frente a las circunstancias que
quiere conocer” (Zemelman, 2001).
De esta manera, el desafío está en construir sujetos
críticos y autónomos buscando la liberación de los sistemas impuestos por un
adiestramiento técnico. Gadotti realiza un planteo importante pues reconoce en
la autonomía la posibilidad de la inserción en la comunidad y la condición para
alcanzar la emancipación social.
Es por eso, que Freire consideró que la persona y su
entorno se relacionan de forma dialéctica, cuando una persona piensa y actúa en
lo que le rodea, lo modifica.
A pesar de la problemática que se presenta en el
proceso de formación docente, para asumir las contradicciones existentes entre
la teoría y la práctica, Freire muestra
la importancia a la reflexión crítica sobre la práctica, ya que esta debe ser
de un movimiento dinámico y cambiante en un proceso dialéctico entre el hacer y
el pensar sobre el hacer.
En pocas palabras, este es el tiempo de
interrupciones, donde debemos tomar conciencia de transformar una realidad en
la práctica pedagógica crítica a través de
la investigación, reflexión, problematización con acciones donde el
oprimido y el opresor sientan y alcancen la añorada liberación educativa, donde
juntos se sientan capaces de reconocer y potenciar espacios educativos en
conflicto, creando cultura y autonomía. En palabras de Paulo Freire “una
pedagogía de la esperanza”
• Duhalde,
Miguel Ángel (s. f.). Pedagogía Crítica y formación docente. Documento
digitalizado.
• Freire,
Paulo (1972). Pedagogía del oprimido.
Argentina: Siglo XXI [1970]. Capítulo 3, pp, 69- 109.
• Giroux,
Henry (1990). Los profesores como intelectuales transformativos. En: Los
profesores como intelectuales, Barcelona: Paidós, pp. 171-178.
La realidad del aula es transformada desde la experiencia propia del maestro, todo aquello que hizo parte en su proceso formativo debe ser elemento de reflexión dentro de su practica, las temáticas elegidas , la didáctica, la pedagogía, la estrecha realidad que debe haber entre lo que se enseña en la escuela y las circunstancias que rodean al estudiante por fuera de esta.Quien sino el docente desde su practica es el responsable de brindarle significado a lo que enseña.
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